Calor sobre ruedas: cómo conducir con seguridad cuando el termómetro se dispara

El verano puede ser una de las mejores épocas del año para viajar, pero también una de las más exigentes para conductores y vehículos. Conducir bajo temperaturas extremas no solo puede afectar a tu salud y reflejos, sino que también pone a prueba la resistencia del coche, multiplicando el riesgo de averías e incluso accidentes. En este artículo te ofrecemos recomendaciones clave para conducir con seguridad cuando el calor aprieta, y te recordamos por qué una visita previa al taller puede marcar la diferencia.

Las estadísticas no mienten: a partir de los 35 °C, las reacciones del conductor se vuelven un 20 % más lentas. Es como si estuvieras conduciendo con una tasa de alcoholemia de 0,5 g/l, según advierte Luis Montoro, catedrático de Seguridad Vial. Además, se perciben menos señales, aumentan los errores graves al volante y crece la probabilidad de sufrir un accidente en los últimos kilómetros del trayecto, cuando la confianza nos relaja.

Pero el coche también sufre. Las averías pueden aumentar hasta un 60 % en verano, especialmente las relacionadas con el sistema de refrigeración, la bomba del agua o del aceite. Un vehículo sin revisar es una bomba de calor rodante.

Antes de arrancar: prepara el coche y el habitáculo

• Ventila el interior bajando las ventanillas antes de poner en marcha el climatizador. Así facilitarás su trabajo y reducirás el esfuerzo del sistema.

• Ajusta la temperatura entre 22 y 24 ºC para evitar contrastes extremos con el exterior.

• No dirijas el aire frío directamente al rostro o al pecho; orienta las salidas del aire para que se reparta de forma uniforme.

• Evita el uso excesivo del modo recirculación, especialmente si viajas con más pasajeros, ya que puede secar demasiado el ambiente.

Y por supuesto, elige horas más frescas para viajar, como la primera hora de la mañana o después del atardecer.

Al volante: mantén la frescura… y la cabeza fría

• Ropa cómoda y calzado adecuado: nada de chanclas. Pueden ser sancionadas y restan seguridad.

• Gafas de sol homologadas con filtro CE y lentes polarizadas: evitan deslumbramientos peligrosos.

• No conduzcas con el codo en la ventanilla ni sin camiseta: son prácticas sancionables y poco seguras.

• Mantén las dos manos en el volante, como indican las posiciones de las 10:10 del reloj.

Hidrátate y aliméntate con inteligencia

Durante una ola de calor, el cuerpo necesita más líquido. Por eso:

• Bebe agua con frecuencia, incluso aunque no tengas sed.

• Evita el alcohol por completo: reduce tus reflejos y puede ser motivo de sanción.

• Opta por comidas ligeras y refrescantes, ricas en frutas y vegetales, y evita grasas que ralenticen la digestión.

Paradas frecuentes, salud garantizada

• Haz una pausa cada 2 horas o cada 200 km: ventila el habitáculo, estira las piernas, bebe agua y relájate.

• Busca zonas de sombra para detenerte. Nunca dejes personas ni animales dentro del coche bajo el sol.

Cuidado con la mecánica: el motor también suda

Cuando las temperaturas suben, el riesgo de sobrecalentamiento se dispara. Controla la temperatura del motor, sobre todo en pendientes con el aire acondicionado funcionando o si el coche va muy cargado. Y si notas ruidos, humos o cualquier comportamiento extraño, no sigas circulando: para y llama al taller.

Antes de viajar, pasa por el taller

Una revisión completa antes de enfrentarte a una ola de calor puede ahorrarte disgustos y averías costosas. Un chequeo del sistema de refrigeración, niveles de líquidos, frenos, aire acondicionado y estado de los neumáticos es esencial para circular con seguridad durante el verano.

¿Listo para el verano? Tu coche también debe estarlo

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