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El verano invita a hacer las maletas, poner buena música y lanzarse a la carretera rumbo a la playa, la montaña o cualquier destino que nos aleje del día a día. Pero antes de emprender ese viaje soñado, hay algo que no puedes pasar por alto: preparar tu coche para las altas temperaturas y las exigencias de los desplazamientos largos. A continuación, te ofrecemos siete consejos prácticos para que tu coche esté a punto y no te juegue una mala pasada cuando más lo necesitas.
El motor necesita estar frío para funcionar correctamente. Comprueba el nivel de refrigerante, inspecciona las mangueras por si presentan grietas o fugas y asegúrate de que no hay signos de sobrecalentamiento. Una revisión profesional puede evitar que termines en el arcén bajo el sol abrasador.
El calor puede deteriorar las correas del motor, provocando grietas o aflojamientos que afecten al alternador, ventilador o dirección asistida. Si una de estas correas falla, el viaje puede truncarse. No lo dejes al azar y haz que las revise un experto.
En verano, los líquidos del coche se evaporan y degradan más rápido. Revisa el aceite, el líquido de frenos, el de dirección asistida y el del limpiaparabrisas. Un mantenimiento preventivo ahora es sinónimo de seguridad en la carretera más adelante.
¿El aire acondicionado no enfría como debería? Quizá necesites una recarga o hay alguna fuga. Antes de aguantar un trayecto con el coche convertido en un horno, haz que lo revise un mecánico y asegúrate de que todo el sistema funcione a pleno rendimiento.
Con el calor, la presión de los neumáticos puede variar y provocar desgastes irregulares o incluso reventones. Comprueba la presión y el estado de la banda de rodadura, y no olvides llevar un kit antipinchazos o rueda de repuesto. Tu seguridad empieza por el suelo.
Parece contradictorio, pero no lo es. Las tormentas de verano son traicioneras, y unos limpiaparabrisas en mal estado pueden dejarte sin visibilidad. Cámbialos si dejan marcas o hacen ruidos: no cuesta mucho y te puede evitar un buen susto.
En verano, con las ventanillas subidas y el aire puesto, el filtro del aire del habitáculo cobra protagonismo. Cámbialo si es necesario, o al menos límpialo. Un aire limpio no solo es más saludable, también ayuda a que el sistema de climatización funcione con más eficiencia.
Aunque muchos de estos controles puedes hacerlos tú mismo, lo más seguro es llevar el coche a un taller de confianza antes de salir de vacaciones. Un mecánico sabrá detectar posibles fallos invisibles a simple vista y garantizar que todo esté en orden para afrontar los kilómetros sin sorpresas.
En Nubecar, contamos con una comunidad de talleres de reparación que velan por la seguridad y el buen estado de tu coche durante todo el año. Si estás preparando tu viaje de verano, solicita cita o pide presupuesto sin compromiso en tu taller Nubecar más cercano.
No dejes que una avería te arruine las vacaciones. ¡Prepara tu coche con tiempo y viaja sin preocupaciones!